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BOCI Primer club Cannábico de Chile

BOCI Primer club Cannábico de Chile

Botánica Orgánica cannabis Internacional, BOCI, primer club cannábico de Chile inaugurado en nuestro extremo norte, en Arica para ser exacta, a principios de septiembre.

La estricta prohibición en nuestro país poco a poco va quedando atrás. Cada vez se ensancha más el camino para deleitarse y disfrutar de las bondades del Cannabis.

El club cannábico chileno cuenta actualmente con alrededor de 20 miembros y sus pretensiones van de la mano con el abastecimiento de medicina para quienes no puedan cultivar, por las razones que sean, algo parecido a lo que ha hecho Fundación Daya estos años.

Chile es pionero y líder en América latina con respecto al cannabis medicinal. Se situó en este lugar en octubre del 2014 cuando Fundación Daya plantó la primera cosecha de cannabis medicinal de América Latina en un programa piloto aprobado por el gobierno, y que produce aceite de cannabis para 200 pacientes con cáncer.

En la actualidad este proyecto se ha profundizado y en el año 2016 alrededor de 7.oo plantas fueron cosechadas en el terreno dispuesto exclusivamente para ello en la localidad de Colbún.

“Es muy emocionante para mí sólo para pensar en todas estas maravillosas plantas que están creciendo mejoraran la calidad de vida de muchas personas en todo nuestro país”, dijo Ana María Gazmuri, la presidenta de la Fundación Daya. “Hemos escuchado muchas historias, muchos casos y sabemos con claridad, cómo el uso de cannabis con fines terapéuticos lucha contra la enfermedad grave y puede ser la gran diferencia”.

Este trabajo comenzó a moverse jurídicamente hace más de una década, alrededor del 2005, cuando la ley 20.000 de Chile despenalizado el uso personal y privado de cannabis. Más recientemente, en 2015, el Decreto 84 se introdujo para eliminar el cannabis de la lista de drogas peligrosas, y autorizar la venta de medicamentos derivados del cannabis con receta médica en las farmacias.

Fundación Daya y BOCI no buscan ganancia monetaria, ni lucrar con sus movimientos. Buscan trabajar mano a mano con la comunidad y desde la comunidad, generando red de apoyo mutua a esta iniciativa.

BOCI, el 2015, reforzó su propuesta cuando la sentencia del Tribunal Supremo confirmara que el cultivo privado, utilizado solo o en grupo, se legalizara.

Ese mismo año la cámara baja del Congreso de Chile aprobó un proyecto de ley para modificar la Ley 20.000 aún más para permitir que cualquiera pudiese poseer hasta 10 gramos de cannabis, y crecer hasta seis plantas a la vez.

Este camino va muy bien avanzado. A paso firme y con determinación las asociaciones en torno al cannabis toman forma, pública y privada. El cannabis, la sociedad y la política caminan juntos encontrando un ritmo armónico en común.

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