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Fundación Daya consigue nuevo permiso para cultivo cannábico

Muy contentos están los miembros y beneficiarios de Fundación Daya al recibir el permiso emitido por el Servicio Agrícola y ganadero (SAG) de la Región del Maule.

Cuatrocientas plantas son las autorizadas para cultivar en el terreno de Colbún, Región del Maule. Cuatrocientas plantas destinadas al estudio clínico para afecciones a la piel y trastornos del sueño. Estas serán trabajadas en fitofármacos y pomadas.

Ana María Gazmuri, directora de Fundación Daya, esperaba con ansias el veredicto del permiso para comenzar de inmediato a gestionar todo para realizar prontamente el cultivo, “Son muy buenas noticias, ya que estábamos esperando este permiso, por lo que desde el próximo lunes comenzaremos la plantación. A partir de este cultivo se realizarán cuatro estudios clínicos, dos nacionales y dos internacionales”.

Los estudios clínicos nacionales serán realizados por la Universidad Santo Tomás de Antofagasta. Mientras, paralelo a esto, un estudio se transferirá a la Universidad Federal de Sao Paulo, en Brasil. Además dos de estos estudios están financiados por Zelda Therapeuticas, centro de investigación de origen australiano y estadounidense.

Pero no todo puede ser color de rosa. Para que la historia sea sabrosa debe existir un antagonista y es en este papel donde aparece el diputado Miguel  Ángel  Alvarado (PPD), miembro de la Comisión de Salud, manifestando que le parece preocupante que se entreguen permisos sin haber terminado el ciclo del primer proceso de investigación propuesto por Fundación Daya y autorizado por el SAG hace un tiempo atrás,  “aún no se termina el primer estudio y aun así se siguen autorizando estos cultivos. Me parece que es peligroso y muestra que existe una presión mediática de los grupos pro cannábicos” aseguró el diputado.

Los estudios son importantes, las investigaciones en pro de una evolución y desarrollo de la sociedad en su más amplia manifestación es importante y parte del progreso y la evolución social.

Si todo esto es en beneficio de la humanidad jamás serán mal gastados los tiempos, los dineros, ni las energías.

En pedir permiso o preguntar no hay engaño. Más engaño hay en dejar que nos hagan tontos y no intentar abrir el espacio para un bien común.

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