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Hidrorepelente: una trampa filtrada

Hidrorepelente: una trampa filtrada

Si se dejan secar los sustratos arenosos, con un alto contenido de materia orgánica y mezclas de abono para macetas, es probable que se vuelvan hidrorepelentes (repelente al agua).


Cuando se riegan los sustratos hidrorepelentes el agua se escurre sin absorberse. Una trampa para el cultivador que cree que regó las plantas. Esto representa una trampa para el cultivador que piensa que riega sus plantas. Por esta razón es muy importante que tenga cierto rigor en verificar si el agua efectivamente ha sido recibida por las plantas.

Si esto ocurre y el agua efectivamente se drena por los huecos de la maceta, se reduce la disponibilidad de humedad, lo que disminuye la tasa de germinación de las semillas, la aparición de las plántulas y la sobrevida del cultivo.

Esta disminución de agua en el sustrato reduce también la disponibilidad de nutrientes esenciales, lo que limita el crecimiento de la planta y la productividad.

Existen productos que ayudan a evitar el efecto de capas cerosas en la superficie del sustrato o de la materia orgánica, permitiendo así la penetración del agua y su absorción. Estos productos también reducen la tensión superficial del agua, permitiendo que se extiendan las moléculas de agua y que mojen la superficie cerosa de las partículas del sustrato abriendo paso para que el agua se escabulla por los espacios.

Una buena manera de aplicar estos productos es agujereando la superficie del sustrato para que la mezcla entre y así el agua pase por la capa hidrorepelente. Una tasa lenta de infiltración del agua podría ser también un factor en la compactación del suelo o la aparición de arcillas espesas.

 

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