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Enfermedades de nuestro cultivo

Enfermedades de nuestro cultivo

CAÍDA DE ALMÁCIGOS O DAMPING OFF EN EL CANNABIS

Damping off, caída de almácigos o marchitamiento fúngico no es una enfermedad sino una reacción a una enfermedad. Cuando las raíces, semillas y plantones son atacados por los hongos que nacen en el suelo, la entrega de nutrientes hacia la planta se ve impedida. Esto da como resultado una pasta blanda de tallos provocando que la planta se desmorone y muera. Los suelos cálidos, ricos en nitrógeno que son demasiado húmedos proporcionan el medio para el crecimiento de los hongos, en especial el hongo de la Rhizoctonia y el del Pythium. La Rhizoctonia no produce esporar, son patógenos parásitarios sexuales que causan enfermedades en la planta.

 

El marchitamiento fúngico empieza por debajo de la línea de tierra. Como resultado, el cultivador de marihuana no se dará cuenta del problema hasta que el tallo y las hojas más bajas muestren signos de atrofia. Al principio, la parte inferior del tallo empieza a decolorarse, normalmente en un color marrón amarillento. Los tallos mostrarán lesiones marrones entre los nódulos, llegando a convertirse en llagas de un color rojizo-marrón oscuro. El tallo se volverá marrón y blanco entonces, simplemente caerá al suelo. Sin nutrición que lo mantenga fuerte y robusto, el marchitamiento fúngico puede matar a una planta de cannabis o cualquier otra que haya sido atacada.

El damping off ataca generalmente a los plantones antes que afecte a las plantas más viejas. La primera afección puede aparecer como marchitamiento, aparentemente debido al exceso de riego. Sin embargo, como las lesiones se forman en la parte superior de la planta es evidente que es una reacción fúngica.

Como se dice, “más vale prevenir que curar”. La prevención debería ser lo más importante en la mente de cualquier jardinero; especialmente para el cultivador de marihuana pues hay beneficios en juego. No podemos remarcar lo suficiente la importancia del control de la humedad. El suelo húmedo causa “pies mojados”, lo que puede ser el principio del fin de tu cultivo de cannabis sano. Riega solo cuando la superficie esté seca. Esto no siempre es posible durante una estación de lluvias pero puedes ayudar a que el suelo esté saturado. Asegúrate de que el suelo esté bien drenado en la medida de prevenir que el agua se estanque a la altura de las raíces. Añadir perlite o vermiculite a la tierra durante la preparación ayudará a fomentar la circulación del aire por debajo del suelo. Cuando empieces tu cultivo desde semillas asegúrate de que las semillas vienen de especímenes libres de enfermedades y no las plantes por debajo de 7 cm en el suelo. El nivel de humedad por debajo de esta marca es mayor. ¡No deseas que tus plantas estén abocadas al fracaso desde el primer momento!

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