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Fertilizantes, Cogollos frondosos y poderosos

Fertilizantes, Cogollos frondosos y poderosos

Cultivar cualquier especie requiere de tiempo y dedicación. En el caso de la marihuana de tres a siete meses en las variedades autoflorecientes o feminizadas normal, respectivamente.

Este proceso puede ser intenso. Hay variedades que no requieren tanto cuidado, como otras que necesitan y exigen más dedicación y paciencia por parte del cultivador.

Los resultados de una exitoso proceso solo se verá al final del ciclo en la calidad del cogollo: resina, tamaño, olor, apariencia, cantidad, potencia, entre otro. Estos factores sin embargo dependerán de la variedad que se haya cultivado, la que resaltará unos aspectos más que otros.

Sin embargo el cultivador es el secreto del festín final. Un buen cultivador siempre escuchará a sus plantas y les brindará lo que ellas requieran. Un cultivador inexperto puede estropear todo un ciclo si no sabe leer a su ejemplar aunque este provenga de una semilla 4X4.

Existen diversos factores que debemos prestar atención para obtener unas flores grandes y fuertes como: la cantidad y calidad de la iluminación, la humedad relativa, la calidad del sustrato, el sistema de renovación de aire (en cultivos de interior), entre otro.

El mercado tiene circulando, para que la producción final sea un éxito, un sin números de productos y marcas de fertilizantes para el cultivo de marihuana. Estos pueden ser un arma de doble filo para la producción, ya que estas maravillas en manos inexpertas pueden ocasionar la destrucción de toda una aventura cultivadora, provocando que la planta tenga una saturación de nutrientes lo que afectará al sabor final del producto, otorgándole un mal gusto al cogollo. Pero tranquilos de los errores se aprende y esta aventura puede continuar el resto de la vida, la experiencia hace al maestro.

Por otro lado los fertilizantes usados correctamente pueden llevar la cosecha a la estratosfera, haciendo que los cogollos no solo engorden, aumenten la producción y/o se pongan robustos, también influirá en su aspecto y calidad una vez secos, y ni hablar una vez que se pruebe la cosecha.

Para que esta última opción, la del buen uso de los fertilizantes, esté sobre ruedas, se debe aplicar los nutrientes necesarios en su justa medida. Esto es independiente si se cultiva en maceta o en la intemperie o si es un cultivo pequeño o grande. Lo importante es saber cuánto y qué es lo que necesita la planta para robustecer a los cogollos. Esto es en la etapa de floración en el momento en el que la planta muestra sus flores, las desarrolla y comienza a engordarlas.

En este periodo del ciclo de cultivo, la planta demandará grandes cantidades de fósforo y potasio, supuestamente estos deben estar naturalmente en el sustrato, tierra, que estemos utilizando. Sin embargo durante el periodo que la planta está formando las flores, estos nutrientes no suelen ser suficientes para los requerimientos que ella necesita. Es aquí donde los fertilizantes empiezan a ser protagonistas del éxito, otorgándole a la planta extra fósforo, extra potasio, lo que se conoce como PK. Estos nutrientes los puedes encontrar de origen orgánico (BIO) o mineral, más conocidos como químicos.

Entonces amigos es importante no viciarse con el fertilizante y solo ocupar lo adecuado, si no la planta está muy propensa a que se le quemen las raíces o simplemente colapsarlas, saturarlas.

Cada producto que utilices en tu planta tiene las dosis señaladas en el envase o las trae en un papel aparte, solo debes buscar “indicaciones de uso” o “formas de usar”.

Posterior a este paso, el siguiente, y muy recomendado, es el lavado de raíces que se efectúa 15 días antes de la cosecha, dejando de utilizar los abonos. Esto dejará a la planta limpia de sales y nutrientes, lo que la obligará a que consuma sus propios nutrientes.